¿Cambió algo en los últimos años en el laburo del locutor? ¿Qué cambió?
Sí, claro! es como cuando ves un libro antiguo, una foto vieja, un comercial de hace unos años…
Todo cambió. La forma de decir, el discurso, la imagen, la estética, el mensaje, el ritmo, los colores….qué se yo, tantas cosas!
¿Cuándo sentís «pah! qué garrón esta locución que tengo que grabar»? ¿Y «pah, qué buena puede quedar esta locución»?
Siempre me pasó que internamente “siento” cuando una producción puede o no ser un éxito.
No sólo por la locución. Por mi formación escucho, veo, percibo en forma integral… y rara vez me equivoco. Siempre estoy atenta a los cambios y sé cuando es algo genuino, creativo, que va a ser muy aceptado… y cuando no.
Me encanta trabajar en equipo. Obtener la mayor cantidad de datos posibles sobre lo previo. ¿Qué se quiere comunicar? ¿A quién va dirigido? ¿Cuál es el objetivo mayor? si hay video, imágenes, me interesa verlas. La música elegida……la situación, el contexto….
Disfruto enormemente compartiendo de alguna manera todo el camino recorrido por la agencia hasta el “resumen” que supone el texto que tengo que grabar, e intercambiar experiencias con el creativo.
¿Cómo te diste cuenta que podías ser locutor? ¿Cómo arrancaste? ¿Algo sobre tus primeros laburos?
No me di cuenta. La vida me puso la locución en mi camino, bueno, más que la locución, los medios de comunicación.
Creo que en todo caso me fui descubriendo en el devenir, casi sin darme cuenta y luego ya más consciente, ahí sí comprometiéndome profundamente con mi profesión.
En los primeros laburos… el miedo, la emoción, la vergüenza….y luego el éxito!!!……fantástico!….sobre todo porque gané mucho dinero, prestigio, un lugar destacado……mi vida cambió!
¿Alguna vez te reconocieron la voz en un cumpleaños?
Te paso algunas anécdotas en este sentido.
Entre otras….me reconocieron en una consulta médica, mientras esperaba al especialista. Me llamaron por teléfono y el hombre que estaba sentado a mi lado no pudo resistir la tentación de preguntarme si yo era…
En el tránsito. Cometí una falta y el inspector me perdonó la multa cuando me reconoció por el nombre en la cédula…..hacía radio, no se olviden!!!
Por lo general eran hombres los que me daban la captura…..no sé por qué??!! Jajajaja. Creo que mi voz era muy sensual.
Otra vez me ocurrió en un teléfono público. Había alguien esperando, me escuchó, me reconoció, y sí….era yo…..somos amigos hasta el día de hoy!