Marcelo Álvarez, Dr. Regional de Cuentas de 4am Saatchi & Saatchi Centroamérica, se hizo socio del Círculo desde el exterior, la nueva modalidad que permite colaborar con el presente y el futuro de la publicidad uruguaya, apoyando el Fondo Young Lions.
Regresé a 4am Saatchi & Saatchi Centroamérica como Director Regional de Cuentas hace 2 meses luego de un pasaje de casi un año como COO de BBDO en Guatemala y 6 meses como CEO de OMD Uruguay.
Desde el 2009 al 2011 fui VP de Cuentas de 4am Saatchi & Saatchi Guatemala y anteriormente trabajé 3 años como Director de Cuentas en LoweGinkgo.
¿En qué proyectos estás en este momento?
La verdad creo estar en dos de los proyectos más importantes de mi carrera. El primero es que desde principio de año 4am Saatchi & Saatchi tiene la representación de la marca (S&S) para todo Centroamérica (Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Panamá) y hoy nos encontramos abriendo oficinas en todos esos países. Proyecto que da mucho trabajo y, por supuesto, muchas millas. El segundo, es la transformación que estamos teniendo: hoy estamos migrando a una agencia integrada en donde lo digital convive con el resto de las áreas y ya no como un área separada, el ecosistema del consumidor cambió y creer que lo digital es un mundo es un error; hoy cada consumidor es un mundo y lo digital convive con el resto de los medios.
¿Qué importancia consideras que tiene participar en Cannes tanto a nivel personal como profesional?
A nivel personal creo que todos quienes nos llamamos “publicistas” o trabajamos en esta industria debemos, obligatoriamente, estar en Cannes para entender lo que pasa en el mundo. Hoy, después de haber estado en ese festival, tengo un gran sueño que es poder dar una charla allí.
Luego de haber entendido eso, creo que el mayor reto profesional de nuestro trabajo es saber cómo inscribir, dónde y cómo presentar un caso.
Cannes te da vida y te mata también. Es asesino, porque cuando llegas y te codeas con todos los grandes, sentís esa ilusión de estar en el primer mundo. Pero ¡ojo!, porque cuando ves el trabajo que se despliega allí, muchas veces te pasa que te preguntas: “¿Lo mío está a este nivel?. Y te quedes matar.
¿Qué te parece contar por primera vez con un jurado uruguayo?
Yo agregaría: “por primera vez un jurado uruguayo en Cannes. ¡Y en qué categoría!” ¿No? La verdad creo que es algo que Uruguay lo merecía y desde hace tiempo. Lo merecía porque siempre fue referente en materia de creatividad y siempre estuvo bien posicionado. A veces me pasa que es difícil que desde Uruguay se entienda el respeto que existe en el mundo por la creatividad uruguaya. El otro día hablaba con Gabriel Román y con Rafa Barthaburu y les decía que, aún en nuestra red, se sigue hablando de los casos de Tylenol y de Carve (Opera) 15 años después.
En síntesis, es una gran oportunidad que no se debe desaprovechar y por eso creo que la elección del representante se debe hacer muy meditada.
¿Tuviste la oportunidad de vivir una maratón de jovenes creativos alguna vez?
No, francamente no tuve la oportunidad, aunque me hubiese gustado. Quizás porque cuando estaba en Uruguay tenía la percepción de que esas maratones eran sólo para creativos. Hasta que me di cuenta que no, que hoy los festivales creativos del mundo entero están llenos de gente que no solo viene de esa área. Me encantó un día encontrarme con Seba Mir en El Ojo de Iberoamérica y que me dijera: “que bueno verte en estos lados»
¿Que pensás que significa representar a Uruguay en la maratón creativa?
Creo que significa lo mismo que significa para Forlan, para Suárez o para cualquiera de los chicos que hoy visten la celeste, representar a tu país en una maratón creativa o en donde sea, es el logro máximo al que uno puede aspirar.
¿Por qué crees que vale la pena apostar al Fondo Cannes?
Porque permanentemente tenemos que pensar en el recambio, en lo que viene, que es nuestro futuro. Yo siempre dije que hoy estoy en un momento brillante de mi carrera en el exterior, gracias a que hubo mucha gente que abrió un camino y dejo buena huella. (Un Rafa, un Sacco, un Dopico, un Juan Carlos y no me quiero olvidar de nadie). En este momento, seguramente, yo formo parte de esa huella que algún día los jóvenes que vengan reconocerán. Aunque, a decir verdad, ojalá que esos jóvenes no se vayan nunca de Uruguay y que brillen en su país.
Actualmente, gran parte del mejor talento uruguayo está en el exterior. Yo sueño con que, algún día, ese talento regrese a Uruguay para que siga haciendo cosas que continúen vendiendo tan bien a nuestro país en el mundo.