Hace unos días se suscitó un interesante debate entre reconocidos publicistas del medio. El tema en cuestión radica en si es posible premiar en un festival creativo una pieza que es básicamente una adaptación local de una campaña global o regional.
Los premios Oscar de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas estadounidenses premian año tras año al mejor guión original y también al mejor guión adaptado.
Ambos premios se dan desde el inicio de las históricas premiaciones a finales de la década del veinte.
Sin entrar en las distinciones propias entre el cine y la publicidad, podemos llegar a la conclusión de que no sólo se está premiando la originalidad sino que también merece especial atención la adaptación de una idea.
Es indudable entonces que adaptar una idea genera trabajo y dicho trabajo merece un reconocimiento.
«Una idea no es más ni menos que una nueva combinación de viejos elementos“
James Webb Young
Partiendo de esta premisa podemos decir que en realidad estamos permanentemente adaptando varias ideas para solucionar nuevos problemas.
La idea original que tanto buscamos no es más que una nueva combinación de viejos elementos.
Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto reconocer el talento detrás de una buena adaptación?
La adaptación de una idea regional a una local y la posterior realización es parte del trabajo creativo diario de una agencia. ¿Da trabajo? Claro que sí. ¿Es creativa? Depende de la idea original y de la capacidad de adaptación que tenga el profesional.
Crear una categoría que contemple este tipo de trabajos, ya sea por adaptación o siguiendo una línea de campaña, me parece una solución oportuna para un problema complejo que tiene muchos puntos de vista.
Martín Avdolov