Mi primer contacto con la publicidad, desde el punto de vista profesional, fue en el año 1995 cuando ingresé a trabajar como cadete en 4 ojos.
Recuerdo las interminables travesías nocturnas por las “aemes y efeemes” traficando las menciones de radio con un Dat. O la vez que fui a llevar un aviso de prensa a un prestigioso banco de plaza y el encargado de marketing me hizo una devolución. ¡Me había confundido con un redactor! Fue como tocar el cielo con las manos.
No me puedo olvidar de todas las veces que me dormí en el 582 y me pasé de parada. Y tampoco de la parada obligada en las maquinitas cada vez que iba a un cliente en la Plaza Independencia (lo confieso, ése fue mi único pecado)
Este artículo pretende ser un reconocimiento a una figura publicitaria que suele pasar desapercibida, a menos que juegue bien al fútbol y participe de diversos torneos de fútbol 5.
Sin embargo la figura del cadete en la agencia ha ido perdiendo protagonismo.
15 años atrás gran parte de mi día se basaba en el tráfico de materiales de las productoras a la agencia y de la agencia a los medios.
Hoy los nuevos medios digitales han favorecido la transmisión de datos y agilizado los procesos. Basta con enviar las menciones de radio por mp3 y listo. O directamente colgarlas en el escritorio del medio como es el caso de Uorale.com, tecnología uruguaya para el mundo. Se trata de un sistema para transferir archivos de una computadora a otra, sin necesidad de intervención por parte del receptor, eliminando el concepto de ftp, links o web de descarga.
Es decir, ya no importa si el archivo es pesado, ni si se corta el mail por la mitad… ni si el cadete se pierde por el camino.
¿Y dónde está el cadete?
Resistiendo al paso del tiempo. Haciendo lo que todavía las máquinas no pueden hacer mejor: entrenando para romperla en la cancha y, muchos de ellos, estudiando para dar el salto y entrar a jugar en otros departamentos de la agencia.
Y por supuesto… esperando que alguien lo invite, aunque sea una sola vez, a la Campana.
Como siempre queda habilitado el posteo de comentarios. En este caso te invito a que compartas con nosotros más historias de cadetes!
Martín Avdolov